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  • el trabajo 11/01/2017 Ver comentarios más recientes

    MARACANAZO DE UN HOMBRE LIBRE

    La vida de un hombre, y los privilegios de un pasado, cruzan su camino en un ciclo infinito de buenas costumbres y grandes amigos, con la pasión desbordante del futbol de aquella época, no dejando dudas, que un nuevo camino hacia el futuro, aseguraba la tranquilidad y el continuo paso de nuestros días.

    Fue así, como las nuevas promesas completaban los turnos del orden y servicio, y las ambiciones y seguras conveniencias, no daban marcha atrás, en un vaivén de momentos y compromisos, que cargarían por nosotros con las duras obligaciones de una historia legendaria, que refrescaría para siempre, las humildes conciencias del trabajo en equipo, asegurando con solidez, la fortaleza de nuestros verdaderos ideales, y la fuerza interior que en un futuro no muy lejano, nos daría tiempo suficiente, para alcanzar con entrega y verdadera pasión, el efecto renovante del respeto mutuo y de las responsabilidades, que revitalizarían por completo nuestra tranquilidad y verdaderos deseos de salir adelante.

    De esta manera, el balance equitativo de nuestro tiempo y espacio, daba personalidad y estilo verdadero, a un grupo de desconocidos, que sin dejar atrás sus verdaderos sueños e ilusiones, recorrieron con orgullo los caminos de la experiencia, y fundaron con bases solidas, y estilo todopoderoso, la idea fundamental de una vida sin afanes, y llena de fuerza imposible, que vencería con orgullo e invencible esfuerzo, el reto de ser mejores cada día y la independencia de surgir en cada momento, frente a un reto… que marcaria para siempre la historia del futbol mundial.

    Dejando atrás el penoso dolor de la lucha, y la falta de conciencia, el futbol de aquella época, tenia como misión única y exclusiva, devolver a quienes no encontraban en los conflictos de esos días, la alegría de bellos momentos, llenando de emociones y refrescantes dominicales de placer y algarabía, el vacío del pasado, que a través del buen futbol, alcanzaría con su belleza y esplendor, con las exigencias de la historia, y la satisfacción total, de las necesidades que en ese entonces decidieron que nuestras vidas tendrían rumbo fijo y claro entendimiento de nuestros mas grandes amores y buenos recuerdos personales.

    Sin duda alguna, la pureza de esos días, rescataría del olvido, nuestra verdadera fuerza de voluntad, destacando la firme tarea de no dudar de nuestras capacidades y marcando el paso de una paz sin fronteras, que guiaría nuestro camino y respondería a las exigencias de nuestros mas grandes y bellos anhelos, por ser personas en un mundo lleno de oportunidades y respuestas a aquellas dudas que siempre dieron personalidad a nuestros actos.

    La preparación previa, y la fuerte unión familiar, nos enseño con ejemplar demostración, las virtudes de nuestro mas noble esfuerzo, y el cariño verdadero hacia nuestras ilusiones y mas grandes sueños, creando a nuestro alrededor un ambiente de verdaderas costumbres y fortaleciendo a través del tiempo nuestra conciencia y verdaderas metas por cumplir.



    Sin duda alguna, aquellos tiempos, serán inolvidables, pues por múltiples razones, los factores y el interés común de un pueblo que vivía la vida a plenitud, despejaba de todo tipo de duda, la indescifrable vía del destino, en donde solo el esfuerzo, y la experiencia de ese entonces, lograría por encima de todo, cumplir en su totalidad con aquellas exigencias de un futuro inseparable, que abriría sus puertas a nuestros verdaderos proyectos y que proyectaría ante todos, el resultado positivo de un trabajo en equipo, que no tendría fronteras, y que a pesar de nuestras dudas, siempre estaría con nosotros.

    Fue así como la anticipación y la gran energía, recorrieron inseparablemente, los caminos de incertidumbre que apenas reconocían nuestras vidas, y el talento majestuoso de virtudes incorregibles, que sin mirar atrás, confirmaron continuamente que la alegría de nuestras vidas, siempre estaría con nosotros, y que el respaldo de nuestros mas grandes amores, reflejaría en nuestro arduo recorrido, la felicidad eterna de saber que nuestro esfuerzo, era fruto de aquellos grandes momentos y que a pesar de todo, nunca los olvidaremos.


    ALBERTO ENRIQUE CASTILLO VELASQUEZ
    CC 98664165
    COMUNICACION SOCIAL
    UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA




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